Un submundo detrás de un terrible crimen

Ya no hay duda de que no fue una simple reunión para correr caballos. Las investigaciones avanzan y salen a luz nuevos detalles de negocios con cuadreras. Las autoridades políticas y policiales no serían ajenas. Todo esto surge de detalles que se van conociendo de parte de los investigadores. Ahora surgió un nuevo indicio: el trasfondo sería la participación policial en el oscuro mundo de las carreras cuadreras ilegales en el interior de la provincia. Esta línea ya está siendo investigada por la fiscala Mónica García de Targa o, al menos, figura en el expediente, según consigna el Diario La Gaceta.

En estos días se conoció la existencia de dos audios que fueron enviados por supuestos organizadores de carreras cuadreras ilegales. Un tal “Gaby”, le recrimina a un hombre al que identifica como Ramón por insistir con la realización del festival de pruebas ecuestres ilegales. “Me citó el comisario (Sergio) Bazán para advertirme que no se hagan las carreras”, le dice “Gaby” a su interlocutor. En el reclamo, el autor del audio señala además que los policías ya se habían enterado de que se organizaba otro encuentro clandestino en la localidad de Los Mendoza. “Creo que hablé con las buenas. No se puede correr. He dado toda (la información) de quienes han corrido en Los Mendoza y quiénes correrán mañana. Si no entendés por las buenas, lo vas a entender por las malas porque yo ya hablé con el policía, con el jefe de Zona”, insistió Gaby. “No entendés. Parece que es un chiste para vos. Parece que te van a meter en cana cuatro o cinco días para que entiendas. No se puede correr, hermano, no se puede correr. No tengo por qué pagar los platos rotos yo por ustedes; parece que están confundidos”, se escucha en la última parte del audio.

La familia de la víctima declaró que varios de los policías implicados, antes de que se produjeran los incidentes que termino con la muerte de Luis, estaban reunidos en la casa de un tal “Pequelo”, que sería un policía retirado y que también estaría vinculado al ambiente de las carreras cuadreras. Según los Espinoza, participaron de un festejo, por lo que habrían violado el aislamiento preventivo obligatorio. En ese lugar, por pedido de Bazán, organizaron el operativo que derivó en la trágica muerte de Espinoza. 

Los audios generaron un mar de sospechas sobre la actuación policial. Es cada vez menos creíble que los efectivos concurrieron a Melcho para obligar a los asistentes a que cumplan con la cuarentena en un procedimiento plagado de irregularidades. Podrían haberse presentado por pedido de otra persona (debería ser alguien de mucho peso para dar órdenes a un funcionario policial importante) o habrían exigido algún tipo de soborno para garantizar su desarrollo.

El ex policía Alberto Rolando Zelarayán, conocido en el paraje de Palomino (Monteagudo) como “Pequelo”, está indignado y niega absolutamente todo. “Ya sé todo. Tengo testigos de más. En ‘Pequelo’ estuvieron tomando (los policías). Es lo que contó ‘Teti’ en lo de ‘Lola’. De ahí, los mandó a Melcho”, denunció la voz de un hombre que lo involucra.

“Lo que hicieron merece la pena más rigurosa. Se trató de un crimen terrible, que ni quiero acordarme. Anduve participando en la búsqueda y puse a disposición una camioneta. Nunca imaginé el final que tendría”, agregó pequelo.

El ex policía tiene en Palomino un quiosco de venta de mercaderías y embutidos. También una pista de carreras cuadreras. “Las competencias están suspendidas, pero cuando se las hace, son con las autorizaciones correspondientes”, observó.

“Cómo pueden andar diciendo que los policías estuvieron en mi negocio bebiendo, si yo no vendo bebidas alcohólicas. Sólo tengo gaseosas”, insistió. “Pequelo” comentó que, en un principio, pensó que Luis Armando se había perdido en el monte, al asustarse cuando apareció la Policía. “Al muchacho y su familia los conozco desde hace tiempo. Es que los Espinoza siempre vinieron aquí a competir. Siempre han tenido caballos de carrera. Con uno de ellos iba a correr donde fue el incidente con la Policía”, reveló.

Betina Espinoza, hermana de la víctima, insistió, sin embargo, que su hermano no era afecto a las carreras cuadreras. “A él no le gustaba salir a beberajes ni a carreras. Ese día, llevaba $ 16.000 para entregarle a unos parientes de Melcho. Y ese dinero nunca apareció”, aseguró la mujer.

 

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