Los desafíos de la sociedad local son muchos, variados y demasiados complejos. La falta de empleo, los problemas estructurales de infraestructura y servicios deficientes, son solo algunos de los inconvenientes que deberá enfrentar la sociedad madrileña si quiere retomar senderos de crecimiento y niveles mínimos de dignidad para sus habitantes.
En los últimos tiempos un nuevo y grave problemas social se sumo a la lista. La violencia de genero que sufren cientos de mujeres en nuestra localidad. Las denuncias se han multiplicado de manera exponencial, lo que ha sacado a la luz un problema que al parecer se ocultaba puertas adentro del hogar. Hoy es una realidad de la sociedad local. Las estadísticas demuestran que nuestra ciudad esta al tope de los territorios provinciales mas violentos en este tipo de delitos.
Estas mujeres no están solas. Un pronta y rápida asistencia económica de un estado nacional presente hace que puedan sobrellevar los primeros momentos de la denuncia del maltrato. Pero esto nos interpela como sociedad y como comunidad. Debemos discutir y debatir políticas de acompañamiento, contención y asistencia a este colectivo.
Debemos construir un espacio local donde se les garantice a las mujeres la continuidad de la asistencia recibida a la vez de construir equipos de trabajo que brinden servicios que complementen lo económico del gobierno nacional. La posibilidad de trabajo para ellas y un espacio físico para los hijos, deben ser parte de la agenda de trabajo del próximo gobierno local y la sociedad toda.