CON ESPERANZA, EDUCACIÓN Y TRABAJO,
ARTESANOS DE UNA NUEVA ARGENTINA
Felices los que tienen hambre y sed de justicia, porque serán saciados
Felices los que trabajan por la paz, porque serán llamados hijos de Dios
Mateo 5, 6.9
Queridos hermanos:
Como parte de este pueblo que quiere ser protagonista de un nuevo tiempo, los
obispos argentinos compartimos con ustedes algunas reflexiones en este año electoral.
“Votar es hacer y construir nuestra propia historia argentina y provincial. Es poner
el hombro para que como pueblo no se nos considere solamente en las urnas, sino el gran
protagonista y actor en la reconstrucción de la Patria.” (Monseñor Enrique Angelelli,
obispo mártir de La Rioja, 25 de febrero de 1973).
La nobleza de la vocación política pide a los dirigentes la responsabilidad de colaborar
para que el pueblo, que es soberano, sea artesano de su historia. Necesitamos políticos que
nos ayuden a mirar más allá de la coyuntura, y que nos propongan caminos auténticos de
amistad social.
En una realidad que nos golpea y nos duele por su pobreza creciente, no queremos
perder la esperanza de salir adelante, asumiendo el desafío de pasar de la cultura de la
voracidad y el descarte, a la cultura del cuidado de toda vida y de nuestra Casa común, de la
fraternidad y de la hospitalidad.
Como obispos presentes a lo largo y ancho de nuestro país, escuchamos el dramático
pedido de trabajo. Junto a la educación, constituyen los ejes más importantes de la cuestión
social. Estamos convencidos de que debe superarse para siempre la lógica de la dádiva, de la
especulación financiera, y del enriquecimiento a costa de los otros.
Pedimos a los candidatos que presenten propuestas concretas a los ciudadanos en sus
plataformas electorales; y a la vez, que las campañas sean austeras, con gastos transparentes.
En el camino cuaresmal hacia la Pascua, que Jesucristo, Señor de la historia, nos
ayude a construir entre todos un país más justo y solidario, sin excluidos, donde nos
descubramos verdaderamente hermanos, donde volvamos a creer que es posible una
Argentina grande para todos.
Y que la Virgen de Luján, patrona de la Argentina, custodie nuestra esperanza.
Conferencia Episcopal Argentina
117º Asamblea Plenaria
14 de marzo de 2019