“El Zorro”

A lo largo de nuestra vida nos encontramos con “hechos”, “cosas”, “historias”, que no dejan de sorprendernos, o al menos llamarnos la atención. Una de esas es la interminable atracción que ejerce la serie de El Zorro en los argentinos. Generaciones y generaciones de compatriotas se prenden a la televisión para disfrutar de una historia que al inicio de la misma ya intuimos que el final será feliz y que ganara la justicia.

Cual es el “imán” que ejerce esta serie en la mayoría de argentinos que en su relanzamiento en este mes llego a superar mas de 100.000 televidentes mirando la misma durante la mañana. El gerente de producción de la televisora que decidio llevarlo nuevamente al aire, reflexiona “tiene la complicidad con el público, es este el único que conoce la verdadera identidad del justiciero vestido de negro. Los padres saben que sus hijos pueden mirarlos sin restricciones, pues transmite valores como respeto y defensa de lo que esta bien”. Además, es un programa que toda la familia puede compartir.

Hasta aquí su atracción, ¿qué hay de curioso en esta historia? El hecho de que el protagonista de la serie eligió vivir en nuestro país, y murió en Argentina. Guy Williams nació el 14 de enero de 1924 en Nueva York y murió el 30 de abril de 1989 en estas tierras, mas precisamente en un departamento de La Recoleta.

El protagonista de El Zorro, luego de rutilante éxito mundial conseguido, no había podido experimentar otro similar en su carrera. En 1973 le ofrecen venir a nuestro país para potenciar el éxito residual del que todavía era acreedor por aquí. No dudo un instante. Recorridos por set de televisión, retorno acompañado por Henry Calvin, el sargento García, y shows junto a Fernando Lupiz dentro de las funciones del Circo Real Madrid, fueron algunas de las cosas que realizó.

Fue por esos años que el actor decide venir a instalarse definitivamente en Buenos Aires junto a su nueva mujer, naturalmente argentina. Las gestiones de Fernando Lupiz ante la Asociación Argentina de Actores posibilito que sus restos quedaron alojados en el panteón de la entidad en La Chacarita, para que dos años más tarde su hijo mayor retirara las cenizas que fueron esparcidas en las montañas de California y el Océano Pacifico, como fue su deseo.

Comentarios

Comentar artículo