Un llamado anonimo alerto y marco una vivienda de La Reduccón donde vendian droga. Durante seis meses la policia llevo adelante una investigacion de la denuncia. Al final todo termino en un allanamiento a la vivienda donde se decia se curaba de la paletilla y el empacho, pero que en realidad se vendia droga. Hasta una mamá llego con su hija para ser curada en pleno procedimiento.
No se trataba de un sector vulnerable, con casillas pegadas una al lado de otra, o un barrio conflictivo, como se conocen en la capital. Los federales se encontraron con una casa de material, que podía pasar desapercibida en el vecindario. Se apostaron en la vereda, pegados a las rejas oscuras y revisaron cada rincón del interior de la propiedad.
El operativo terminó con la detención de dos mujeres mayores de edad, quienes quedaron a disposición de la Justicia Federal local, informaron las mismas fuentes judiciales.
Los vecinos pasaban caminando y observando el allanamiento del personal de la División Antidrogas Tucumán. La casa era conocida en la zona porque allí residía una curandera, según datos del caso. Se sospecha que esta actividad podría haber sido utilizada como pantalla para llevar adelante la comercialización de droga en pequeña escala, o narcomenudeo.
La familia que reside en la vivienda del barrio Arcor está conformada por personas mayores y menores. Los investigadores avanzaron ahora en la pesquisa para determinar la participación que podrían haber tenido las dos mujeres detenidas, entre ellas la famosa curandera del vecindario.
El cierre de las fronteras en el país, los controles en las rutas y las restricciones a la circulación de colectivos de larga distancia, en el marco de la declaración de la cuarentena sanitaria, había limitado el abastecimiento de sustancias ilícitas en la provincia. Ello había provocado, inclusive, un incremento de la cocaína del 200% para los consumidores.