Parece, pero no es

Si usted cree todo lo que lee, quizás deba replantearse esa actitud. Si usted cree todo lo que escucha tal vez deba reflexionar sobre ello.

Quizás la mejor manera de fundamentar estas líneas sea con ejemplos. Nuestros mayores siempre nos decían que hay que “predicar con el ejemplo”. La mejor herramienta del maestro es transmitir el mensaje con el ejemplo.

En estos días estamos viendo como varios grupos empresarios mienten y estafan deliberadamente a sus clientes. Los medios están mostrando como una conocida marca comercial cambió la etiqueta de su producto (el mismo producto) y por ese solo hecho cobra un 70% más caro el artículo. ¿Con que intención se hace esto? Con el propósito de esquivar el compromiso asumido con el programa precios cuidados y cobrar más caro el mismo producto. Es decir, burlarse del compromiso asumido por ellos mismos, burlarse del gobierno con el que firmó, y naturalmente burlarse de sus propios clientes.

Ahora bien, esta “avivada criolla” que traemos como ejemplo no solo constituye un proceder desleal de los empresarios autocalificados “probos”, “íntegros”, “rectos”, sino que dejan en evidencia actitudes que al parecer ya no les produce ni vergüenza a sus protagonistas. Dejan en claro la hipocresía y la mentira de los mismos que después “dicen” y “escriben” sobre lo que deben hacer los gobiernos. Como dirían nuestros mayores, “dicen una cosa y hacen otra”. Es decir, hacen lo mismo que lo que critican. Imagínese por un momento que ellos gobernaran. Lo harían de este modo mintiendo hipócritamente.

Ahora, porque lo traemos a colación desde este pequeño espacio. Porque esto no difiere de lo que leemos y escuchamos en nuestro pueblo a diario. Comerciantes que despotrican contra el gobierno pero que no pagan un solo impuesto, o tienen empleados en negro a los que no les pagan los aportes, o que siempre que se equivocan en la suma es en perjuicio del cliente. Rara matemática esta.

Parece, pero no es. Parecen una cosa cuando hablan, pero hacen otra cuando actúan. Parece que están trabajando, pero cierran para no hacerlo. Parece que dan trabajo, pero simulan para no pagarle a los trabajadores lo que les corresponde. Parece que es cooperativa, pero en realidad es empresa. Parece, estimado lector, que quien tiene que cambiar de actitud seremos nosotros. Tendremos que tomar recaudos y saber que no todo lo que se lee es verdad y no todo lo que se dice es cierto. Cuidado, parece, pero no es.

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