Un aspecto mas del terrible asesinato de Luis Espinoza en el paraje de Melcho en Monteagudo es un entramado nada claro detras de las carreras cuadreras que incolucraria a quienes se dedican a ellas, autoridades policiales y dirigentes politicos.
Segun se van conociendo mas datos de la causa ninguno de los procesados afirmó que el operativo se realizó porque los participantes de la reunión estaban violando el aislamiento preventivo obligatorio. Todo lo contrario. Lo habrían hecho por pedido de un organizador de carreras legales. Ardiles, en su declaración como imputado, señaló que realizaban servicios adicionales en esos encuentros, que eran pagados por los organizadores. También relató que desde que cambiaron las autoridades de la comuna, se dejaron de realizar los festivales.
Fuentes judiciales informaron que los policías señalaron que Montenegro tenía contacto con un tal Córdoba –se llamaría Antonio- que se dedica a organizar carreras cuadreras en la zona. Este hombre, que podría estar vinculado a los políticos de la zona, lo tenía al tanto de los festivales que organizaban. El jefe de la comisaría podría haber pedido colaboración en las pruebas legales y coimas en las ilegales para que se desarrollen sin problemas.
Uno de los policías detenidos, cuyo nombre se mantiene en reserva por cuestiones de seguridad, acusaría al subcomisario de haberle ordenado que sí o sí debía traer de Melcho al menos uno de los caballos que se utilizan en las pruebas. “La idea era para quedarse con él para usarlo o para venderlo o pedir un rescate”, explicó un defensor.
Estos hechos que terminaron con la muerte de Luis no son nuevos. Quienes son habitantes del interior de la provincia saben que estos eventos que despiertan la pasion de muchos lugareños son ideales para el desarrollo de entramados amparados en los vacios legales que existen. De hecho el Diario La Gaceta ya en el año 2007 en una nota titulada "Una pasion que resiste el paso del Tiempo" ya dejaba en claro esta situacion. De hecho esto no escapaba a los representantes gubernamentales en el Hipodromo de la provincia, ya que la activida hipica esta a cargo de la Caja Popular de Ahorros de Tucuman como lo muestra la publicidad de la entidad.
José Luis Fernández, delegado del Hipódromo de Tucumán, considera que las cuadreras tienen que realizarse en el campo, pero deben regularse. "Es necesario consensuar las partes, para lograr una nueva ley que contemple tres elementos básicos: seguridad, infraestructura y orden. Hoy en las carreras del interior no hay ambulancias para traslados en caso de accidentes, ni médicos, ni seguros, ni baños. Esta anarquía sólo favorece a unos pocos", comentó al Diario ya en 2007.
La Ley 2.484 sobre carreras cuadreras en la provincia de Tucumán establece disposiciones que no se cumplen en la realidad. Dispone que toda prueba debe estar bajo el control del juez de Paz, que lo recaudado por entradas debe ingresar a la Comuna Rural, la que destinará un 30 % para el fomento de las cooperadoras escolares del lugar. También queda prohibido la venta de bebidas alcohólicas a 500 metros de los lugares del evento.
De acuerdo a las normas vigentes, quien quiera organizar una carrera cuadrera debe contar con permiso policial, municipal y autorización del hipódromo de Tucumán. La normas no contemplan la seguridad y protección sanitaria, ni seguros de accidentes para los corredores y el público.
Esta normativa ni siquiera fue tenida en cuenta en la organizacion del evento que termino en el asesinato de Luis, y segun los que participan y conocen de esto, en ninguna carrera cuadrera que se organiza en el interior de la provincia.