Los que “se van” de La Madrid

Hace aproximadamente tres meses, más precisamente el día 30 de Julio de 2021, nuestro medio publicaba un articulo bajo el titulo “Los que se van de La Madrid”. En el se reflejaba lo que era un secreto a voces, pero del cual no se tenia elementos que dieran certezas sobre ello.

Hace uno días un periodista de la vecina provincia de Catamarca realizó una entrevista a una “ciudadana” de nuestra localidad que de manera detallada le contaba al trabajador de prensa un sistema de “intercambios” que le permitía a ella hacerse de un dinero y otros elementos, a un dirigente local hacer de intermediario, y a un jefe municipal lograr algunos votos.

Naturalmente no hace falta publicar los nombres de los involucrados, ya que no es costumbre de nuestra editorial, pero además por que la entrevista completa circula en las redes sociales y seguramente nuestros lectores ya tuvieron acceso a la misma.

El hecho al que hacemos referencia deja al desnudo un sistema montado y aceitado que tiene como único propósito lograr adhesiones electorales a costa de la necesidad ajena con un mecanismo a todas luces irregular y de final inequívocamente anunciado.

¿Alguien puede pensar que un dirigente político de La Madrid puede servir a intereses extraños de otras localidades? Al parecer si, al intermediario. Si esperamos que las autoridades de la provincia de Córdoba, por ejemplo, trabajen por el territorio local y sus vecinos, esto es a todas luces no solo inviable, sino que además irregular jurídica y políticamente.

¿Alguien se imagina que una autoridad elegida por los vecinos de un territorio pueda ir a otro lugar a solucionar demandas de quienes no viven en el territorio? Al parecer hay quienes si creen. Y son muchos.

¿Algún dirigente político puede aspirar racionalmente a ser autoridad de un lugar, pero con votos de otro lugar? Es decir, carecería, en caso de ganar, de la legitimidad de origen de su mandato.

Estimado lector. Esto ocurrió, ocurre y seguramente seguir ocurriendo. Desde el nacimiento de los tiempos el atajo convivio con lo que “debe ser”. Esto es solo una muestra más. Eso sí, siempre les queda a los hombres de bien que aman a su familia y a su pueblo, estar amigados con la conciencia y la dignidad.

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