En el día de ayer en la ciudad de concepción dejo de existir Hector González, quien fuera un activo integrante de nuestra FM ADeS. Un lejano 10 de octubre de 1923 nacía Hector, quien de muy adolescente dejo nuestras tierras para embarcarse en la aventura de buscar un futuro mejor, y con sus enseres emprendió viaje a la lejana Buenos Aires.
Nada fue fácil. Duro el recorrido que le esperaba en las tierras de la capital. No obstante, con empeño atesoro sus días de obrero, como también de canillita. Su espíritu de superación lo animaron a aventurarse en el periodismo y en el canto. Fue esta última profesión que abrazada con entusiasmo que le llevo a codearse con los más populares cantantes de tango de la época.
Amigo personal de Hugo del Carril, siempre su memoria guardaba en algún rincón de los recuerdos el ser testigo presencial en los estudios de grabación donde don “Hugo” hacia sus películas.
Admirador de Perón, el destino le tenia guardado ser protagonista y testigo presencial del histórico 17 de octubre de 1945. También sus relatos transmitían con dolor los trágicos sucesos del bombardeo a Plaza de Mayo en 1955, que también le toco tenerlo como testigo.
Pero la vida también le tendría guardado hermosos pasajes con su Racing Club de Avellaneda, del cual era fanático hincha. Además de estar presente en la inauguración del Estadio Juan Perón, estuvo alentando en partidos que el mismo disputaba por la copa Libertadores de América que coronó campeón al club de sus amores en 1967.
La vuelta de la democracia, lo haría volver a sus pagos. Los Sauces recibía nuevamente a uno de sus hijos quien regresaba jubilado ya, para dedicarse a la agricultura.
Quien diría que este señor, caballero, respetuoso vecino, de trato afable y con una cantera inagotable de anécdotas y vivencias, formaría parte de nuestro humilde proyecto de radio, cuando en el 2011 tomo la decisión de acompañar a su sobrino Cristian en aquellos recordados programas de Los Bagualeros Tango.
Su andar sin pausa lo traían desde Los Sauces hasta nuestros estudios donde despuntaba el vicio a capela para regalar hermosas melodías tangueras a nuestra audiencia.
Hasta pronto querido “Don Hector”, estarán en la memoria colectiva de La Madrid las melodías del “Solitario de Los Sauces”.