EL DOCENTE……..EJEMPLO?
Hace unos días los madrileños asistimos a un intercambio de opiniones entre la gestión que se inicia y la gestión que termina en nuestra Comuna. Este hecho, una circunstancia normal y hasta de buenas costumbres en una democracia madura, no debería llamar la atención si no fuera por que hay quienes no entienden esto, no pueden disimular el desconocimiento de los temas o quizás, el odio que los invade hasta los huesos.
Una aclaración que entiendo vale la pena. Es una obligación, es decir el funcionario no tiene opción, de responder en el marco de un expediente administrativo. Ante la inquietud planteada por el Comisionado electo y que lo hizo mediante un expediente que se corre vista a la Comuna, esta última solo cumplió con su obligación legal de responder. La actual administración tenía la obligación de responder. Además, lo debía hacer a traves “medio fehaciente”. Se opto por enviar una Carta Documento que cumple con este requisito.
Lo arriba comentado no es el motivo de esta reflexión, sino que pretende ser la introducción a la virulenta respuesta de un docente sobre la actuación que le cupo al actual Comisionado Comunal en este tema.
La respuesta del docente a la que hacemos referencia forma parte de la imagen de este Editorial. La pregunta que nos hacemos es si por la formación que el mismo ostenta desconoce que es una obligación del funcionario evacuar las inquietudes planteadas por el ciudadano electo en el marco de la Ley de Procedimientos Administrativos. Entendemos que no. Creemos que su formación no le permite desconocer esta regla básica. O quizás no le agrado la respuesta. Que se esta trabajando y mucho en el tema que se planteaba.
Queda claro entonces que algún sentimiento negativo e inmanejable lo llevo a este docente a responder de la manera que lo hizo. En el pasado mes de junio reflexionábamos en este espacio sobre lo que había pasado en nuestro pueblo. “Creo que como siempre, los vecinos de La Madrid, debemos llamarnos a la reflexión. Debemos asumir que asistimos a una de las campañas políticas mas sucias de la historia del pueblo. Esto no debe ocurrir más. No se puede construir ciudadanía ni comunidad sobre la base de la mentira, el odio y el resentimiento. Lo dijimos antes, lo decimos ahora. Esto no puede volver a repetirse. El nivel de impunidad de quienes se sienten con el derecho a insultar y mentir en las redes sociales debe llamarnos a reflexionar. Pareciera que hoy este pensamiento toma vigencia nuevamente.
Recuerdo que nuestros mayores siempre nos aconsejaban reflejarnos en el maestro, en la maestra o en el docente. Este siempre era referente de nuestros padres para mostrarnos los que deberíamos ser. Lo que deberíamos hacer. Como debíamos relacionarnos en sociedad. Recuerdo incluso nos decían, escucha como habla, como se expresa.
Expresiones de este docente como “infame ladino”, “hijo mal parido”, “basura”, “lacra”, acusaciones de “estafar y robar al pueblo” sin que se haga la correspondiente denuncia en el ámbito que corresponda, sumadas a otros docentes que insultaban a las autoridades en la plaza o en la ruta en aquel nefasto abril de 2017, creemos deben ser solo excepciones.
Quizás los que creen que las redes sociales dan impunidad, o licencia para insultar y mentir, se dejan llevar por el odio visceral que tienen hacia quienes no piensan de la misma manera, o en todo caso hacia quienes cumplen con sus obligaciones como fue nuestro caso.
Quiero seguir creyendo que mis padres no se equivocaron cuando me decían que debemos mirarnos en los docentes. Quiero seguir creyendo que podemos tener una sociedad en la que todos nos respetemos no importa como pensemos. Estoy seguro de esto.